Muchas veces nos cuentan que la llegada del acero a la península ibérica se generalizó en época romana y que hasta entonces no había pruebas de que hubiera una técnica óptima para su fabricación. Sin embargo, este nuevo estudio que habréis visto en la prensa estos días, demuestra que los pueblos que tallaron las estelas pétreas del suroeste peninsular en el llamado Bronce Final (1200-900 a.C) no sólo sabían producir acero, sino que sin él no hubieran sido capaces de realizar algunas de estas estelas.
El estudio realizado por la Universidad de Friburgo bajo la dirección del doctor Ralph Araque González1 consistió en análisis geoquímicos de las estelas de piedra del bronce final, así como un análisis del metal de un cincel fabricado en el mismo periodo que se tallaron las estelas que se creía que era de hierro convencional.
Para verificar los resultados de estos análisis se realizó un trabajo de arqueología experimental que confirmó la necesidad de la utilización de cinceles de acero templado para poder realizar los grabados en las estelas.
Piedras de arenisca cuarcítica, extremadamente duras y un cincel de acero
Los análisis de las rocas con las que se realizaron las estelas demostraron que, frente a la creencia común de que eran cuarcitas, en realidad se trataba de areniscas de cuarzo silicatado. Similar a la cuarcita en cuanto a dureza lo que invalida las herramientas de bronce o de piedra. de la época por su composición química.
En cuanto al cincel se trata de una pieza descubierta en Rocha do Vigio2. Un cincel realizado en hierro con un alto contenido en carbono lo que le proporciona las cualidades necesarias para obtener una herramienta de extremada dureza.
Y es que, los convencionalismos que utilizamos para dividir la Historia son simplemente generalizaciones, pero el hierro ya estaba presente, aunque fuera de forma testimonial en el registro arqueológico del final de la Edad del Bronce en Iberia, pero no se creía hasta este momento que pudiera utilizarse para crear herramientas de acero.
La ayuda de la arqueología experimental
El experimento fue realizado con ayuda de un albañil profesional, un herrero y un fundidor de bronce. Intentaron trabajar una piedra de las mismas características que las analizadas en las estelas y comprobaron que los cinceles de piedra y de bronce no servían para realizar el trabajo. Un cincel de hierro sin templar tampoco era capaz de conseguir el resultado esperado.
Las conclusiones
La deducción de los investigadores es que era necesario acero templado para poder realizar los grabados de las estela, por lo que los herreros de la península tuvieron que conocer esta técnica en el momento en que los diseños fueron creados.
La técnica por tanto fue desarrollada por pequeñas comunidades independientes del suroeste peninsular, y no fueron el resultado de importaciones foráneas mediterráneas que no se producirían hasta comienzos de la Edad del Hierro doscientos o trescientos años después de que se crearan las estelas.
El experimento realizado por Araque sirve además para replicar esta prueba en otras estelas del continente que están realizadas en piedras de la misma composición geológica, así que veremos novedades en este sentido en los próximos años.
Notas al pie y bibliografía
- Gonzalez, R. A., Asmus, B., Baptista, P., Mataloto, R., Díaz, P. P., Rammelkammer, V., … & Mählmann, R. F. (2023). Stone-working and the earliest steel in Iberia: Scientific analyses and experimental replications of final bronze age stelae and tools. Journal of Archaeological Science, 152, 105742.
- Calado, Mataloto & Rocha (2007). Povoamento proto-histórico na margem direita do regolfo de Alqueva (Alentejo, Portugal). En Arqueología de la tierra.Paisajes rurales de la protohistoria peninsular.Cáceres, 2007, pp. 129-179
Muy bueno el artículo como habitualmente hacéis. No obstante es muy confuso la terminología usada de rocas. Cuarzoarenitas y cuarcitas son rocas constituidas por cuarzo, lo que cambia entre ambas es que la primera es una roca sedimentaria y la segunda es una roca metamórfica. En ambos casos la dureza es muy elevada, ya que el porcentaje de cuarzo en ellas, superior al 90% las hace extremadamente dura ( el curso tiene un índice de dureza al rayado de 7).
Álvaro, muchísimas gracias por tu aportación. Ahora el artículo está más completo.