Cambio social y metalurgia en la Primera Edad del Hierro en el noroeste peninsular

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Actualizado: 9 junio, 2025

Os dejo una breve reseña de este interesante trabajo de Samuel Nión-Álvarez y Francisco Javier González García que examina las sociedades de la Primera Edad del Hierro del noroeste (se centra en el ámbito galaico pero examina castros de Asturias, Galicia y León) y revisa de qué manera dos poblados como son Punta de Muros, en la costa atlántica y A Graña, un castro de interior, muestran evidencias de cambio o resistencia al cambio y el papel que juega la producción de metales en todo este proceso.

El artículo comienza con una afirmación con la que uno no puede dejar de estar de acuerdo. La metalurgia trasciende en las sociedades antiguas cualquier papel meramente técnico y económico. Su papel dentro del esquema simbólico de estas sociedades es evidente en todos los casos. Los autores van más allá y ponen el énfasis en que es una actividad que influye en la dinámica de transformación social.

El esquema territorial de la Primera Edad del Hierro en el noroeste se compone de un conjunto de pequeños yacimientos, de menos de 1 ha generalmente y en lugares elevados y fácilmente defendibles. En ellos destaca la monumentalidad de los sistemas defensivos frente a una arquitectura doméstica que destaca por su sencillez.

Es un mundo en transformación en el plano simbólico ya que asistimos en ese periodo a la desaparición de prácticas votivas del bronce como las tumbas colectivas o los depósitos de ofrendas en entornos acuáticos. También se observa una menor movilidad que en el periodo precedente, o si se quiere, un mayor sedentarismo de estas poblaciones.

Tradicionalmente se ha definido por una sistematización en la investigación que ha hecho conjeturas sobre todo este amplio espacio que aglutina a diversos pueblos, etnias y tribus y se han homogeneizado las conclusiones sobre ellos, cuando la realidad que nos desvela la arqueología poco a poco es que se trata de un mundo mucho más complejo. La realidad que se contempla actualmente es la de un mosaico de distintas comunidades que muestran patrones de evolución diferentes dependiendo de varios factores. Generalmente podrían clasificarse en dos grupos. Por un lado las que tienden a la centralización y a la aparición de muestras de jerarquización, mientras que hay otras que se muestran reacias al cambio.

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Los casos de Muros y A Graña.

Se trata de dos castros con unas dimensiones similares, algo menos de 1 ha que conviven en el mismo periodo de tiempo. De ambos hay una larga secuencia de ocupación bien datada y se han hecho un buen número de estudios arqueológicos. Las diferencias comienzan con el lugar en el que se ubican. Muros está en un saliente costero, mientras que A Graña es un castro de interior, bien defendido y con una gran extensión de terreno sobre la que tiene control visual.

Muros fue fundado en el siglo IX a.C. siendo uno de los castros más antiguos del territorio. En sus primeros doscientos años de existencia no tuvo más de 10 viviendas.

La arquitectura doméstica de Muros se caracteriza por pequeñas viviendas de paredes rectas distribuidas en perpendicular a la muralla que corta el acceso a la península. Tienen cimientos de piedra. Algunas de las que se han excavado presentan huellas de que en su interior hubo fuegos de elevada intensidad. Si bien inicialmente se consideró a este lugar como un centro de producción metalúrgica, lo cierto es que parece que esta actividad no tuvo un peso excesivamente mayor que el de otras actividades en el desarrollo del asentamiento.

Los autores utilizan el castro de Vigaña, en Belmonte, Asturias, como ejemplo de que la existencia de una producción metalúrgica potente no tiene eco en una desigualdad social evidente. En definitiva cuestiona que en los castros el hecho de que exista una producción de armas o herramientas no implica la existencia de una jerarquía que la proteja o se aproveche de las ventajas de su control.

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A Graña parece vivir ajena a los cambios que experimenta Muros. El pequeño castro, bien defendido por su muralla, presenta una técnica más arcaica de construcción doméstica, con zanjas de cimentación o una hilera de piedras que delimitan el perímetro. Son las clásicas viviendas de paredes curvas de materia orgánica y techumbre vegetal. En él también hay una intensa actividad metalúrgica pero que convive con el resto de trabajos que se realizan en el poblado.

Cambios en el siglo VI y V a.C.

Muros experimenta un crecimiento demográfico entre los siglos VII y VI a.C. que se corresponde con una transformación del asentamiento. Aparece una planificación con la construcción de algunas estructuras de mayor tamaño e incluso se observa cómo se complejiza el hábitat en el interior del castro, con la transformación de viviendas anteriores en otras más grandes y con división interna, junto a pequeños edificios auxiliares y otras construcciones.

En A Graña todo permanece igual hasta la llegada de las legiones romanas. En los siglos finales de la Edad del Hierro es cuando se documenta una mayor complejidad social en este asentamiento. Como dicen los autores, fue más resistente al cambio social, algo que se puede observar en un gran sector interior de este territorio de estudio.

En Muros, la aparición de edificios de mayor tamaño refleja una ruptura de la estructura social previa, y muestra una transición entre viviendas sencillas multifuncionales a viviendas de mayor tamaño o edificaciones especializadas que conllevaría la delimitación de un espacio urbano propio en el caso de algunas familias y en la planificación del asentamiento y el desarrollo de áreas de especialización metalúrgica.

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¿Qué papel jugó la metalurgia en todo ello?

Lo que plantean los autores es que por sí sola no puede explicar la aparición de divisiones sociales, pero su presencia, junto a la existencia de espacios acotados para ello bajo el control de ciertas familias o individuos del asentamiento, puede ser un buen indicador de esa fragmentación social. Como veis de nuevo volvemos a la casa sencilla multifuncional frente a la vivienda y «talleres» anexos como factor diferencial.

En Muros, la metalurgia estaba relacionada con algunas de las edificaciones más complejas del castro y se crearon zonas especializadas para su desarrollo. Pudo haber proporcionado un mayor estatus social y ser una actividad de prestigio atendiendo a esa relación. Los autores proponen que quizá con el objetivo de proteger el secreto de fabricación de las piezas, lo que aumentaría su valor simbólico.

Los cambios del siglo V a.C. en Muros están relacionados con el desarrollo de la metalurgia a una escala que no tenía precedentes en los siglos anteriores. El conocimiento de las técnicas necesarias parece haber articulado un cambio en la estructura social del asentamiento así como en l

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Me apasiona la historia de Asturias y los astures en todas sus facetas. Pateando museos y yacimientos. Excavando cuando puedo y divulgando como mejor sé.

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