Ayer asistí a la visita que se realiza tras cada excavación en este castro piloñés situado en territorio de los Luggones. Desde su descubrimiento1 hace algo más de una década y su confirmación como poblado fortificado2 , no ha dejado de incrementar el conocimiento que se tiene sobre los castros del centro-oriente de Asturias. En esta ocasión no ha sido menos.
El castro tiene una extensión de 9000 metros cuadrados y se distribuye en distintas terrazas a lo largo de una especie de península elevada en la margen izquierda del río Piloña. En ocasiones anteriores se intervino en el sector meridional y occidental, y también se descubrieron algunas estructuras y muros en la occidental. En esta ocasión, al igual que el año pasado, se emprendió la investigación en el sector norte, donde se había documentado un conjunto de edificaciones que no correspondían con una zona de viviendas sino de talleres metalúrgicos.
Una zona de talleres metalúrgicos
Se trata de dos edificaciones de paredes curvas, en los que se emplearon los métodos constructivos de este sector de la Asturia transmontana, es decir, zócalo de piedra y postes verticales que sostienen paredes de entramado de varas (el típico cebatu o xardu que se usa todavía hoy) recubierto de un manteado de barro y otros ingredientes. Las techumbres son vegetales sostenidas por postes verticales o apoyadas en los muros, dependiendo del diámetro de cada una de ellas.

La más grande tiene una forma que recuerda a una elipse y un zócalo ancho compuesto por grandes cantos rodados. Parece haber tenido cierta entidad. En el suelo, los restos de hornos de fundición de bronce, según nos contaron, en el que han aparecido restos de crisoles con evidencias de óxido de cobre.

Me llamó la atención porque según las dataciones obtenidas de restos de madera de la que componía las paredes en el sector occidental (la zona de viviendas) se obtuvieron dataciones3 del siglo II y I a.C. lo que haría suponer que es un castro donde la metalurgia del hierro ya está desarrollada, sin embargo en esta zona metalúrgica no parece que sea el metal más empleado a pesar de algunas evidencias de hierro en el suelo de la cabaña.

Una muralla atípica
Quizá lo más sorprendente de este año es la morfología de la muralla. En el lado norte se documentó un sector de muralla de piedra que presenta unas características interesantes. Está compuesta por dos paredes de grandes cantos careados y un relleno de piedra y tierra. Servía para sostener la terraza tras la cual se edificaron las construcciones. Es un sistema muy típico que encontramos en todo el centro-oriente de Asturias. Para reforzarla se insertaron grandes postes que le dan una consistencia a la infraestructura.
Nada más verla pensé en la zapata de una muralla de módulos, que sobresale, como decía Maya un poco sobre el ancho que luego tiene la propia muralla en sí. En las fotos veis como la hilada inferior es unos centímetros más ancha. Sin embargo, lo que ha pasado, según nos dijeron, es que la cerca se había desplazado por la pendiente al haber ido cayendo la parte exterior debido a la erosión.

En el amplio sector excavado este año no parece que sea una muralla de módulos, aunque yo no lo descartaría todavía hasta que no despejen un sector más largo. En Llagú los módulos son bastante variables y no sería tan extraño que apareciera en las próximas excavaciones. Habrá que estar atentos.
De todas formas, la morfología de los castros del centro-oriente de la región es más compleja de lo que inicialmente se creía debido a que tenemos en mente el patrón constructivo de los castros occidentales que responden a otras necesidades y sobre todo a otros materiales de construcción disponibles y a otra orografía.

No había visto una muralla así en ningún castro astur transmontano, por lo que es probable que estemos ante una de las murallas lineales que se erigieron probablemente antes de la sustitución de las mismas por una muralla de módulos, o que la poliorcética de los castros transmontanos sea más compleja de lo que nos solemos suponer, algo que, debido a la escasez de investigación en este sector de Asturias sería completamente lógico.
Otras evidencias materiales
Lógicamente no había piezas para enseñar, para eso está el laboratorio, pero me dijeron que se había encontrado poca cerámica respecto a la zona de viviendas de otras campañas. La poca que hay era de una apariencia basta y estaban muy gastadas. No conservan decoración. Probablemente se pueda relacionar con la de los castros de la ría de Villaviciosa o la Campa Torres.
Más allá de los crisoles y los goterones de fundición tampoco se mencionó el hallazgo de ninguna pieza por lo que habrá que esperar a la presentación de los resultados preliminares para conocerlas si es el caso. Lo cierto es que, más allá de los hallazgos materiales, lo verdaderamente importante de esta campaña ha sido documentar esa muralla y sobre todo la distinción de espacios dentro del castro.
El que los talleres estén separados de la zona donde hay viviendas (lo saben por los restos óseos, cerámicos, etc…) responde al peligro de incendio que tienen estos sitios. Otros autores, como Oubiña, dicen también que responde a un deseo de ocultar la técnica de trabajo metalúrgico, de protegerla por parte de las familias que se dedican a ello. Yo soy un poco pragmático en ese sentido, y el peligro del fuego es evidente en este tipo de construcciones que contienen infraestructuras que alcanzan altas temperaturas.
Y así fue la visita. Me fui con la convicción de que se está haciendo un gran trabajo en este castro. Documentando un asentamiento que va a romper moldes y que puede que siente un patrón respecto a lo que nos podemos encontrar en este territorio. Al fin y al cabo queda mucho por hacer, y esta gente está abriendo un nuevo camino.
Bibliografía
- Fernández-Piloñeta, X.,Cueli Canto, D. y Álvarez Peña, A (2013) Un nuevu asentamientu castreñu n’Asturies: El Castillón d’Antrialgu, Piloña. Asturies, memoria encesa d’un país nº33. Ed. Fundación Belenos p. 16 – 21 ↩︎
- Alvarez, J. R. M., Marina, J. A. L., González, S. R., Gargantiel, A. P., Díaz, A. S., & Faza, I. (2022). Trabajos arqueológicos en El Castillón de Antrialgo: 2018-2020 Piloña (Asturias). In Excavaciones arqueológicas en Asturias: 2017-2020 (pp. 177-184). Consejería de Cultura. ↩︎
- Marina, J. A. L., & Alvarez, J. R. M. (2022). La Llosa de Lledón y el castro de Antrialgo: dos yacimientos arqueológicos en Piloña (Asturias, España). Entemu, (19), 361-388. ↩︎